El pelo corto, tupido y fácil de cuidar del british shorthair, así como su cabeza corta y redonda, y sus grandes ojos recuerdan a un oso de peluche. Por eso, no es de extrañar que esta raza sea una de las más famosas actualmente. Este gato tiene una complexión estable. Como otras razas grandes, crece lentamente y no es adulto hasta la edad de tres a cinco años. Las gatas adultas pueden pesar hasta cinco kilos y los gatos, hasta siete. Ya sea monocolor o multicolor, cada british shorthair es un espectáculo visual. Los ejemplares monocolores son de color azul grisáceo o negro. También son muy populares los tonos lilac y fawn, que corresponden a un beis claro. Además, existen ejemplares rojo y crema.
El british shorthair es una raza muy sencilla, serena y cariñosa con las personas. En general, no son los mejores acróbatas, ya que su carácter es más bien tranquilo.
Además, estos gatos necesitan estar cerca de su cuidador y les encantan los arrumacos. No obstante, no se debe escatimar con el ejercicio. Como es una raza tan comodona, estos gatos tienden al sobrepeso. Aunque se muestran reservados con los extraños al principio, suelen portarse bien con las visitas.
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